Tener presencia en línea es indispensable para las compañías de hoy en día. Asimismo es necesario que todo sitio web esté optimizado para motores de búsqueda, ya que existir en Internet sin SEO, es como tener una oficina, pero que nadie conozca el domicilio ni los servicios.
No obstante, mucha gente piensa que solo tener una página con información general de productos o servicios es suficiente para competir con otros. La realidad es que si bien es el primer paso esencial para entrar y participar en el mercado actual, está lejos de ser lo único necesario. Es más, un mal sitio resulta perjudicial para cualquier negocio, por lo cual te decimos qué errores comunes evitar.
Falta de Actualización
Esta es una de las fallas que más seguido encontramos. Muchos cliente tienen un sitio, y más allá de lo bien o mal diseñado que esté, carece de contenido nuevo. Si seguimos con la metáfora del inicio, es como rentar un local en una tienda comercial pero nunca surtir producto ni limpiarlo. Los anaqueles estarán llenos de polvo y con el paso del tiempo menos gente se interesará. La mayoría ignorarán su existencia y unos pocos recordarán que es el sitio web al que no hay que entrar pues con verlo una vez se vio todo.
La importancia de un sitio actualizado va más allá de la oferta comercial: es importante rediseñar las partes que causen problemas de navegación, actualizar campañas, renovar el look & feel cuando las tendencias de diseño se modernicen, optimizar su funcionamiento con mejores herramientas (ya olvídate de Flash e Internet Explorer), subir contenido nuevo y relevante en el blog y un largo etcétera. Un sitio descuidado u olvidado generará problemas y perderá muchos clientes potenciales.
Diseño “Innovador”
Tanto como hay sitios olvidados, hay otros que quieren deslumbrar desde el primer momento… y cometen errores por ello. La intención es buena pues los primeros 3 segundos en un sitio web deben dar suficiente a cada visitante para ser atractivos, pues en ese lapso deciden si quedarse o huir y buscar otras alternativas.
Sin embargo es importante evitar creer que la parte visual es prioritaria o que se inventará el hilo negro. Las consecuencias potenciales de ello son 3 principales:
Dejar de lado todo lo que no es visual.
Seguir trabajando por siempre en prototipos y no lanzar nunca el sitio.
Lanzar un sitio que se vería hermoso si fuera una foto, pero que es lento y está lleno de fallas.
Sitio yoyo
Tu sitio debe hablar de qué haces y ofreces, sí, pero enfocado a los intereses e inquietudes de quienes lo visitan. No hay razón para centrar todo el contenido en la compañía o sus productos y servicios. Es decir: tu sitio web no debe ser solo una tienda en línea. Si hablas primero de ti, después de ti, y finalmente de ti, estás en graves problemas.
No te confundas: tu sitio sí debe atraer prospectos y convertirlos en clientes, así como también incluir una tienda online. Pero no debe ser lo único que haga: no debe centrar todo su contenido en intentos de vender, vender, vender; de hecho eso alejará a la gente. Habla de lo que tus clientes potenciales necesitan y cómo pueden resolver sus problemas más allá del uso de tu oferta comercial. Y por lo que más quieras en este mundo, no incluyas pop-ups.
Olvidarte de quién eres
Este es el otro extremo de la situación anterior: muchos sitios no dejan clara información esencial como: a qué se dedica la empresa, qué ofrece y cómo se le puede contactar. Es indispensable que los primeros dos puntos queden claros desde el primer contacto de cualquier visitante.
¿Vendes aspiradoras? Que sea claro con texto y una imagen apropiada en la página de inicio. ¿Vendes software para contadores? Diles que solucionas sus necesidades de fiscalización con un programa que además de tener herramientas prácticas, siempre se mantiene en conformidad con la legislación pertinente.
En los primeros 3 segundos que alguien pasa en tu sitio web debe tener claro qué ofreces y quién eres. Debe poder contactarte con un teléfono y/o un correo electrónico o un chat en vivo (y respóndele en menos de 24 horas si es correo). Debe saber que cuenta contigo, pero que no quieres su dinero y ya, sino ayudarle, incluso si no te compra o contrata cuanto antes.
A grandes rasgos un sitio web es un proyecto sin fin que debe mantenerse relevante y ser el centro de toda la estrategia digital.